La adopté cuando tenía, como mucho, dos años según me dijeron y es asustadiza, porque lo pasó mal. No voy a entrar en detalles porque siempre me da tanta pena por ellos...
El caso es que no suele sonreír, pero ayer estábamos en un parque y se acercó una niña de unos tres años, empezó a acariciarla y Babia le daba lametones, que eso sí es habitual en ella, jajaja
Estuvieron así un buen rato mientras yo sujetaba corto a Coco, que no está acostumbrado a los niños y de repente, giro la cabeza hacia ellas y veo a Babia mirándome con una sonrisa enoooorme!
Ohhh, qué sensación tan estupenda, me vinieron imágenes de Babia jugando en su otra casa con niños y siendo muy feliz y entonces sentí un nudo en el estómago porque alguien decidió tirarla como si fuese una bolsa de basura...
Adoptad, no conozco a nadie que se haya arrepentido.
Ésta es Babia, en la Protectora y luego hace unos dos años en casa, posando, jaja
Y Coco, mi otro amor, ya os hablaré de él.
Besitos.
Nos tienen robado el corazón . Besete
ResponderEliminarQue bien que vivan contigo, tendran una vida digna y llena de amor , son angelitos de cuatro patas, siempre dan mucho más de lo que reciben , nos enseñan lo que es el amor incondicional.... a mi me encantan!!! Bsss
ResponderEliminarQue historia tan bonita.
ResponderEliminarQue suerte para Babia haberte conocido.
Coco es muy gracioso.
Bsss Paqui
Que amores de perritos y si encima viene de una protectora para quererla aun mas si cabe.
ResponderEliminarbss
Besiños, Montse y gracias por tu visita.
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